lunes, 23 de febrero de 2009

Cicerone subterráneo


Las calles que recorría
Ahora no las necesito
Se me antojan bárbaras y desconocidas
quizá por exceso de conocimiento y obviedad
Me hago un ovillo y me barro bajo cualquier moqueta
paso a reconocer mis propias avenidas
Aún plagadas del horror del siglo
Una tragedia centenaria
Que muestro impúdicamente en público
cuanto más íntimo esté
También enseño mi culo
Quién ríe el último...
Dame de comer tu vello en un plato con cubertería de plástico
Por todos esos adoquines brotará el cabello corporal como en un jardín submarino
Y yo moriré loco e indecente de placer
Sobre el lecho asfaltado
Quién ríe el último...

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