domingo, 15 de febrero de 2009

Jauchzet Gott in allen Landen

Celebremos a dios en todas partes
En todas las tierras
Celebremos que está en todos los países
En Euskal Herria y en España
porque la guerra no ha terminado
Mis dos países
Mi propia ambivalencia estatal
Mi propia paradoja angustiosa
Razón de mi vehemencia
Se me cae la cabeza hacia la izquierda

Es gente
son personas, joder
Con sus cuerpos
Sus sentimientos
Sus órganos
Sus notas musicales en la voz y en los huesos
Qué nota emiten unos huesos al saltar por los aires, al ser golpeados por una explosión, al chocar contra el suelo?
Defeco sobre todos aquellos que los rompen
Y sobre aquellos que instrumentalizan sus muertes como arma política
Sólo se me ocurre emborracharme
No encuentro una solución a este agujero
Un socavón abierto a las entrañas del baboso y húmedo depredador, absurdo y hueco

No se me ocurre nada suficientemente repulsivo
No acierto a una comparación posible con el horror
No se puede racionalizar con términos
Sería injusto para los asesinados
Las víctimas merecen algo más que un término
Por asqueroso que sea
Por execrable que resulte
A pesar del rechazo que cause
Pero no alcanzo a darles más
Sólo soy un acomplejado más
Un anormal artistilla rural
El máximo terror que puedo causar es el imaginado por mis ansias de mi desestabilización
Ese es mi único rifle
Cuanto aislamiento entre mi imaginación y sus consecuencias
Mi frustración justa

Un acomplejado
Mi resentimiento
Mi detritus ofendido y almacenado bajo la alfombra
Ahora amontonado y a la vista de todos
Pagareis por ejercer de mirones de mi cubo de la basura como indigentes y mendigos espigadores de la tragedia
Pagareis por rebuscar en la inmundicia que amenaza con derrumbar mi techo
Si esperabais encontrar alimento habéis dado con una corteza de árbol podrida

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